Querido Jesús, tenemos que ser optimistas

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Continuando con esta relación epistolar entre blogs para hablar de formación corporativa en el sector público, contesto a tus cartas con cierto retraso. La causa, tú mismo la apuntabas en un correo de esta misma tarde en el que me decías que “nos comprometemos más de lo que podemos”.

Jesús tienes toda la razón cuando me dices en tu primera carta que la formación no va bien. Por lo tanto, si los lectores de tu blog Trabajo colaborativo, o los del mío Al Trasaire, que en una parte importante creo que son los mismos, querían polémica, siento defraudarles.

Sin embargo yo también, tras leerte, tengo una sensación ambivalente. Por eso precisamente, en el propio título reivindico cierto grado de optimismo, a pesar de todo.

Y yo creo que el reconocer que la formación en el sector público no va bien, y sin embargo estar convencido de que algo está cambiando, depende, querido Jesús, de dónde ponemos la mirada.

Desde un punto de vista institucional, la cosa está mal, sin duda. No sé si el término más indicado es el de “Formación póstuma”, que utilizas citando a Marina Garcés, o el de terminal con necesidad de cuidados paliativos, pues según cómo miremos, parecería que, al menos en algunas instituciones goza de buena salud; otra cosa es que no cumpla su función de generadora de aprendizajes.

Seguro que alguna vez me has oído resaltar la contradicción en la que nos movemos (a la que no somos ajenos), al reconocer que el 90% de los aprendizajes se obtienen por vía informal, frente al 10% que aportan los sistemas formales y, sin embargo, seguimos dedicando el 90% de nuestros recursos a ese 10% residual.

Otro indicador de lo poco que importa ahora mismo la formación en el sector público, me lo señalabas tú mismo, hace un mes, cuando, en el aeropuerto de Barcelona, mientras esperábamos embarcar hacia Málaga para participar en las X JOMCAL, decías que era sintomático que ahora mismo los dos principales centros de formación de empleados públicos: EAPC e INAP estaban sin dirección desde hace meses … y no pasa nada…; por cierto, Jesús, la jubilación de nuestro querido Paco Saavedra ya está fijada para dentro de un mes aproximadamente y nadie habla de relevo, por lo que ya hay otra que añadir a la lista.

Y es que, las propias Instituciones ¿Qué esperan de los departamentos de formación?. Pues desgraciadamente, que seamos, sobre todo, expendedores de diplomas. Casi cada día me encuentro con algún ejemplo de ello, máxime ahora que estamos en pleno período de análisis de necesidades formativas, trabajo que intentamos hacer con cierto rigor. A la pregunta de ¿Qué retos tenéis planteados como área / departamento? ¿Qué cambios organizativos prevés a corto plazo? ó ¿Cómo podemos ayudarte a ti y a tus colaboradores desde el departamento de formación?, solemos recibir como respuesta el título de un curso de formación con una sugerencia de número de horas lectivas.

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No quiero echar balones fuera; me conoces bien y sabes que no es mi estilo. Sin embargo, lo tenemos muy complicado, institucionalmente hablando, mientras en los procesos selectivos, y de provisión de puestos, promoción, etc. se siga valorando la formación “a peso”. A más horas lectivas más puntos, poco importa el contenido del curso e incluso el tiempo que hace que se desarrolló, y si me apuras, incluso se es laxo a la hora de determinar la relación del mismo con el puesto de trabajo que pretende el aspirante. Acuérdate de la mesa debate que citas en tu post y que compartimos el día 3 de octubre en el CCCB de Barcelona, en la que salieron todos estos temas.

Y lo preocupante, amigo Jesús, es que no sólo están mal las políticas de formación ….

 

Pero si ponemos la mirada en los gestores de formación, quiero pensar que no estamos tan mal, o al menos, que hay razones para el optimismo.

¿Que por qué digo esto?…Pues por los ejemplos que tú y yo conocemos y que cada día son más (o al menos eso quiero pensar).

Tú mismo, con tu equipo, que desde el CEJFE pusisteis en marcha el proyecto Compartim, habéis sido el semillero, la fuente, a la que hemos acudido a beber quienes, en un momento dado, quisimos implantar programas de aprendizaje colaborativo. Hoy son muchas las escuelas e instituciones formativas con programas de este estilo. No las nombro porque seguro que me dejo algunas, pero tú las conoces bien porque en casi todos los casos las has visitado y aconsejado. Y yo diría que con una riqueza añadida, en el sentido de que no se trata de copias de vuestro programa, sino de tomaros como referencia para adaptarlas al entorno y realidad de cada uno. En tu blog, en varias ocasiones, has escrito de distintos modelos.

Acabo de volver de Jerez de la Frontera, donde he tenido ocasión de compartir con los compañeros del departamento de formación de la Diputación de Cádiz sus inquietudes por innovar en formación, y están trabajando de manera muy seria en la elaboración de píldoras formativas (como repositorios para fomentar el autoaprendizaje), y también en su aplicación para la gestión «studere»; proporcionan apoyo a los departamentos con técnicas de coaching, etc. pero sobre todo, lo que me encantó es su actitud innovadora y su afán de incorporarse a la red de quienes creemos que otra formación es posible.

Allí coincidí también con representantes de la EFIAP (Murcia) que una vez más me dejaron sorprendido con sus propuestas innovadoras; las conozco desde hace tiempo, pero me sigue impresionando la capacidad que tienen para hacer tanto con tan pocos recursos. Es más, ahora mismo estoy teniendo ocasión de trabajar con ellos en un proyecto que me está resultando muy ilusionante, y también fuente de aprendizaje. Ojalá ese espíritu continúe tras la jubilación de Paco.

Pero es que el IAAP (andaluz) –como bien sabes- además de poner en marcha comunidades de práctica, están destacando por sus propuestas de innovación. Lo he dicho muchas veces, en público y en privado. Hoy son, sin duda, un referente y sitio obligado en el que observar.

Hablando de IAAPs, el asturiano, tiene un gran repositorio (que sigue creciendo) de recursos para el autoaprendizaje, además de otras iniciativas metodológicas distintas a la formación clásica.

Recuerda que participamos juntos también en un programa de sensibilización de gestores en la EBAP, lugar en el que también están implantando programas de aprendizaje colaborativo, recursos de autoaprendizaje y –al igual que otras Escuelas e Institutos- acreditando aprendizajes informales.

Hace año y medio aproximadamente, compartimos jornada con los/as compañeros/as de la ECLAP, ¿recuerdas? empeñados igualmente en implantar nuevos programas. Su canal de youtube me gusta especialmente por la cantidad de recursos que suben. También llevan algunos años trabajando en MOOCs.

A las chicas del MINCOTUR, con las que has debido coincidir hoy en Alcobendas, no hay quien les pare con su comunidad de docentes y su actitud siempre innovadora.

Incluso nosotros, desde nuestro departamento, intentamos seguir innovando tanto en aprendizajes como en gestión. Estamos especialmente orgullosos del funcionamiento y resultados nuestra nueva Secretaría Virtual.

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Más ejemplos: hoy mismo me llegan noticias de esta iniciativa de intercambios directivos dentro del Máster de Dirección Pública de la EAPC que seguro que tú debes conocer bien.

Y tampoco deberíamos olvidar los esfuerzos del INAP con el Banco de conocimiento, la red social INAP_Social en la que estás colaborando en la dinamización, etc.

Y por favor, que me perdonen las instituciones de formación pública que no nombro y que seguro que están desarrollando programas en línea con las nuevas maneras de aprender.

Por tanto, amigo Jesús, ¿ves como hay razones para el optimismo …?

 

Entonces ¿cómo salimos de aquí?

Te decía antes que no sólo están mal las políticas de formación. Creo que en las administraciones públicas, en materia de personas, tenemos importantes retos por resolver (por cierto, te recuerdo que tenemos deberes –los dos- sobre esto y que tenemos que escribir de ellos como colofón a las X JOMCAL por lo que no voy a hacer un spoiler).

Seguro que estamos de acuerdo en que la administración pública del futuro inmediato, de mañana, de hoy mismo, precisa de otros perfiles competenciales de empleados. Decimos todos que hay trabajos que se van a automatizar y que se eliminarán puestos de trabajo, a la vez que se crearan otros. Sin embargo, para nuestra desesperación, las ofertas de empleo público que se siguen publicando, insisten en la reposición de efectivos en puestos obsoletos y no se atisba la definición de los nuevos. Pero es que luego vienen los procesos selectivos; ¿en qué se siguen centrando?. O el papel que juega la formación en la promoción y la provisión, de la que te hablaba antes. Por lo tanto, para romper este círculo vicioso, precisamos de la complicidad de los departamentos de recursos humanos. No pueden ir sus políticas por un lado y las nuestras por otro. Tenemos que ir a por soluciones y propuestas globales, no solo formativas. Este sería uno de los caminos.

Dices, Jesús, en tu primer post, que nuestros usuarios han cambiado a mayor velocidad que la organización. No sé qué decirte al respecto. Es verdad que las últimas veces que nos hemos visto, incides en que la cantidad de empleados que obvian nuestra oferta aumenta cada día, y que nos ignoran. Sin embargo, hoy mismo, comparaba el número de solicitudes a nuestra formación de oferta de este año, en relación al pasado, tomando como referencia el final del tercer trimestre, y para mi sorpresa he comprobado que ha aumentado más de un 6%. A fecha de hoy, hemos rebasado las 20.000 peticiones. La lectura que hago de este dato es que siguen, mayoritariamente, esperando de nosotros una función de expendiduría de diplomas, y aquí apunto otra de las vías para revertir la situación institucional de la formación, y es que es necesario que los empleados públicos cambien el chip y nos presionen y exijan otro tipo de servicio más acorde con los tiempos que corren. ¿No sigues teniendo la sensación de que una de las dificultades que tenemos para incorporar otros aprendizajes es el maldito certificado?.

Y desde luego que la salida también pasa porque los gestores de formación seamos capaces de modificar nuestro rol. Ya no se trata de que seamos expertos en programación, sino que derivemos hacia consultores, consejeros. Cada empleado, como ya hemos dicho en otros lugares, es protagonista de su propio proceso de crecimiento y desarrollo personal y profesional. Debe construir su entorno personal de aprendizaje; nosotros tenemos que pasar a otro plano, con una función más de ayuda, de apoyo para que encuentre los recursos que necesita, de orientación.

Bueno Jesús, tengo algunas notas más tomadas para seguir con el debate de los 7 puntos que sugieres en tus dos post siguientes, pero no quiero seguir cansando a los lectores y lo guardo –si te parece- para un nuevo artículo.

Un abrazo grande, amigo

… Continuará….

Foto 1. Tomada de: http://www.aula365.com/post/email-carta-postal/
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Hacia dónde va la formación corporativa en el sector público

img_5164Necesariamente he de empezar este post pidiendo disculpas a las personas seguidoras y lectoras de Al Trasaire. Ha pasado mucho tiempo desde la última publicación y bien que lo siento. Dificultades físicas me han tenido unos meses «fuera de juego», pero que nadie se preocupe porque ya estoy de vuelta a pleno rendimiento.

Tengo varias cosas pendientes de contar a las que haré referencia en las siguientes entradas (espero). Una de ellas -de la que quiero hablaros hoy- es la última edición del Congreso #GIGAPP que tuvo lugar a comienzos del mes pasado en Madrid.

Liderado por la Escola d´Administració Pública de Catalunya, y bajo el nombre de «Empleados públicos del siglo XXI: nuevas formas de aprendizaje para un nuevo entorno», tuvimos ocasión de poner en común 7 experiencias de otras tantas organizaciones públicas que están (estamos) intentando poner en valor, aún de forma tímida, sistemas de aprendizaje acordes a las necesidades y expectativas de ese empleado público de este siglo

josem_uraniaEl Instituto Andaluz de Administración Pública, de la mano de su director, José María Sánchez Bursón, nos habló del reciente MOOC que sobre innovación en el sector público han celebrado este año. Quizá me hayáis oído decir en alguna ocasión que, este MOOC, marca un punto de inflexión en la formación de empleados públicos: por el contenido, por los ponentes elegidos, por la forma de dinamizarlo, por los productos generados en él … Más de 4000 personas lo han seguido, con diferentes niveles de implicación, claro, pero ha sido una palpable demostración de que el IAAP apuesta con fuerza por estas nuevas formas de aprender.

Tuve la ocasión, en el marco de este MOOC, de participar en una de sus actividades complementarias, consistente en un debate sobre innovación (#IAAPinnovaDBT1) con  grandes profesionales del sector, a través de hangout. Os dejo aquí la referencia que incluye la grabación del mismo. Por cierto, a pesar de lo largo que es, me sorprende que ahora mismo tenga más de 1200 visualizaciones.

El siempre genial en sus comunicaciones públicas Dani Giménez Roig, presentó la experiencia de las comunidades de práctica de la agencia de salud pública de Catalunya. Desde hace más de seis años, Dani viene consiguiendo poner en marcha comunidades de expertos que, de manera colaborativa, aprenden y generan productos de indudable interés para la práctica profesional que ejercen a diario. Estamos hablando de unas 50 CoPs. Dignos de destacar son los «mercadillos del conocimiento», encuentros en los que ponen en común y seleccionan las temáticas sobre las que luego se articularán las distintas comunidades, y también las exitosas jornadas de presentación de resultados.

La Escola d´Administració Pública de Catalunya, de dónde, como os digo al principio, surgió la iniciativa de proponer este grupo de trabajo al congreso GIGAPP, nos presentó por medio de Sylvia Alonso, subdirectora de esta institución y una de las mejores profesionales del Estado en el campo de la formación de los empleados públicos, sus novedades en materia de gestión del conocimiento, fomentando el aprendizaje en el puesto de trabajo y el autoaprendizaje de los empleados, mediante la puesta a disposición de diversos recursos, contenidos curados y abiertos, espacios de colaboración, participación y relación, redes de expertos, etc.

gt_completoEste tipo de congresos permite, entre otras cosas, conocer (desvirtualizar) a profesionales a los que conoces a través de sus obras; es el gran potencial de las redes conectando personas. Es lo que me ocurrió con Félix Serrano, del INTEF. Nos presentaron la acción de innovación interna #HackINTEF, desarrollada en el último trimestre de 2015, y posteriormente galardonada en los premios del congreso nacional de innovación y servicios públicos, en marzo de 2016. En este enlace podréis conocer algo más del proyecto.

También desde el ámbito de la educación formal, nos llegó la experiencia de Urania Flores Da Cruz Freitas de la Universidad de Brasilia, centrada en los desafíos de la formación del profesorado de la escuela pública brasileña que han de desarrollar su labor en contextos sociales tan complicados como los de este país sudamericano.

Desde mi punto de vista, esta ponencia más próxima al ámbito de la investigación universitaria, hizo que nuestro grupo de trabajo fuera una fiel representación de lo que el GIGAPP significa en lo referente a relacionar al mundo de la gestión con la academia, dejando también patente la vocación iberoamericana de estos congresos.

Ya había tenido ocasión de escucharles en otras jornadas, pero me sigue pareciendo digno de elogio el esfuerzo que Robert López Pastrana y Elsa Paredes Calonge están haciendo en el Ajuntament de Sant Boi de Llobregat, implicando a los empleados de esa entidad local en la curación de contenidos. Es un claro ejemplo de cómo, en una institución pequeña y sin necesidad de invertir recursos económicos extraordinarios, se puede gestionar el conocimiento organizacional y fomentar el trabajo colaborativo y el aprendizaje social y en el puesto de trabajo (aprendizaje informal).

Han sido merecedores de algunos premios y representan, sin duda, un lugar al que volver la mirada para aprender como motivar a los empleados públicos.

En mi caso, tuve la oportunidad de presentar nuestras experiencias más relevantes sobre aprendizaje informal: jornadas de networking, «Fem un café?», CoPs, Proyecto Disraeli, y «Las 10 cosas que debes saber para….», de las que ya hemos hablado en otros post y que también hemos debatido en algunos otros encuentros.

En cualquier caso, os enlazo aquí con el pdf de la ponencia por si tenéis interés en profundizar en ellas.

poster-cartel-2016-1-web-defLas prácticas sobre las que tuvimos ocasión de debatir en este grupo de trabajo del #GIGAPP2016, no son las únicas que se están desarrollando en el ámbito público, pero de alguna forma, apuntan hacia los necesarios cambios que hay que llevar a cabo en el terreno de la formación de los empleados públicos, no sólo desde la perspectiva metodológica y pedagógica, sino también desde la gestión. Los departamentos de formación, los gestores, no podemos permanecer ajenos a estas nuevas maneras de aprender que reclaman nuestros empleados públicos del siglo XXI.

Para terminar, dejar constancia una vez más, del agradecimiento a la EAPC por haberme dado la oportunidad de formar parte de este interesante grupo de trabajo

 

Otras formas de Aprender: experiencias en el sector público

La formación de los empleados públicos de la administración española, aunque es una actividad que se ha sistematizado en los últimos 20 años, ha intentado resolver las necesidades de aprendizaje de los funcionarios a la vez que favorecía los imprescindibles procesos de cambio y modernización de las respectivas instituciones.

En este sentido, ha ido evolucionando en función del momento. La formación presencial más clásica, en aula, incorporando las metodologías al uso, ha dado paso, con la eclosión de las tecnologías de la información y la comunicación, las oportunidades que brinda la web 2.0, y la disminución de los recursos económicos disponibles, a otras maneras de entender y gestionar el aprendizaje y el conocimiento organizacional.

Es este contexto observamos que han ido surgiendo iniciativas, algunas más institucionales y otras fruto de la mentalidad innovadora de algunos empleados públicos, basadas en otra concepción de la formación y el aprendizaje. Y a su vez, ello ha motivado cambios en los departamentos responsables de prestar este servicio, más preocupados ahora por dar respuestas concretas y rápidas a las necesidades planteadas, poniendo más la mirada en el usuario alumno y creando espacios colaborativos organizacionales en los que se genera aprendizaje y aumenta el conocimiento crítico de la institución.

En el IV Congreso Internacional EDO, que se celebrará en Barcelona los próximos días 11, 12 y 13 de mayo, cuyo lema en esta ocasión es «aprendizaje situado y aprendizaje conectado: implicaciones para el trabajo» vamos a tener ocasión de reflexionar sobre todo ello, dando a conocer algunas de las experiencias más relevantes llevadas a cabo en el sector público.

Al menos tres simposios se centrarán directamente en ello, recogiendo nada menos que 17 experiencias distintas. Jesús Martínez, implicado muy directamente en la organización de este Congreso, hacía referencia en su blog a estos simposios hace unos días.

A mí me encargaron coordinar el que lleva por título «Experiencias aplicadas en la transformación de la formación tradicional en el ámbito público», que desarrollaremos el viernes 13 de mayo de 09:30 a 11:30 horas

He intentado recopilar una muestra representativa de experiencias, de tal manera que las hubiera de todos los niveles de administración (central, autonómica y local). Hay muchas más, evidentemente, pero las limitaciones propias de este tipo de eventos, nos han obligado a acotarlas. Son muy distintas entre sí, pero todas están basadas en el aprendizaje social y el trabajo colaborativo.

El Instituto Andaluz de Administración Pública (IAAP), nos detalla su experiencia de formación de directivos a través de su ya consolidado programa de mentoring. Lleva más de 7 años funcionando y han pasado por él más de 550 directivos.

La comunidad de formadores internos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR), es un gran ejemplo de cómo convertir una situación de crisis en una oportunidad de aprendizaje. Han conseguido crear una red que conecta a los empleados tanto de la sede central como de los servicios periféricos, que actúan como formadores internos.

La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha resuelto con nota las dificultades propias de su propia estructura (más de la mitad de sus empleados, prestan servicio en oficinas en el exterior), aprovechando la tecnología y creando un entramado de redes del conocimiento que contribuyen no solo a la gestión del mismo, sino también a la coordinación, comunicación y aprendizaje de sus miembros.

Desde la Diputación de Soria, su responsable de contratación nos cuenta su experiencia de creación de una comunidad de prácticas sobre contratación, a partir de la necesidad de resolver problemas cotidianos que se plantean, sobre este tema, en cualquiera de las administraciones públicas. Casi 2200 miembros, distribuidos en 18 grupos de trabajo especializado y 1239 temas tratados en su foro, son cifras muy elocuentes respecto a la grandeza de esta iniciativa.

El Estatuto Básico del Empleado Público, estableció la categoría de directivo público, pero a excepción del desarrollo normativo hecho por algunas autonomías, sigue siendo un tema pendiente de resolver. La Fundación para los Compromisos de Calidad, lleva unos años investigando en el perfil competencial de esta importante figura para nuestras administraciones; ha diseñado con éxito una formación ad hoc que huye de los estándares clásicos, y ha puesto en marcha un sistema experimental de acreditación.

Desde la Diputación de Alicante, a partir de la puesta en marcha de nuestro proyecto “Formación 2.0”, estamos intentando innovar en los sistemas de enseñanza/aprendizaje. Nuestra aportación consiste en daros a conocer las iniciativas, en algún caso muy incipientes todavía, de aprendizaje informal que impulsamos y de las que hace un tiempo hablábamos en otro post de este blog.

Os esperamos pues, en Barcelona, en #CIEDO 2016 para que conozcáis estas (y otras) experiencias de la mano de sus protagonistas, y podamos debatir sobre ellas y encontrar fórmulas que mejoren el aprendizaje de los empleados públicos


 

Aprender en la máquina del café: mi aportación al #CNIS2016

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Los pasados días 2 y 3 de Marzo, en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (Casa de la Moneda), tuvo lugar la VI Edición del CNIS , bajo el lema «Transformación digital al servicio de las personas».

Se trata de un congreso anual que, en su origen, se dedicada a temas tecnológicos relacionados con el sector público (Interoperabilidad y Seguridad), y que, sin cambiar sus siglas, se ha «reciclado» en Congreso Nacional de Innovación y Servicios Públicos, lo que ha ayudado, sin duda, a ampliar su campo de acción, aunque siempre centrado en el ámbito público.

Solo alguien como Miguel A. de Bas, su director, es capaz de concitar la presencia de tantas y tan variadas organizaciones públicas y privadas cuyo objeto de trabajo es el servicio público, y de más de 700 profesionales (este año se cerró la inscripción por aforo completo) empeñados en innovar y mejorar la administración pública de nuestro país. Vaya por lo tanto mi sincera felicitación por tal logro.

No pude estar en el congreso mas que el segundo día, en el que participé como ponente en la mesa «La formación como palanca estratégica de transformación hacia la sociedad digital».

Moderada por Inmaculada Sánchez Ramos, responsable de formación de la agencia para la administración digital de la Comunidad de Madrid, en la que fue también ponente, participamos Manuel Arenilla, director del INAP y yo. La propia moderadora, ha dejado un resumen estupendo de lo aportado por cada uno bajo el título «Del empleado público tradicional al empleado público 2020»

Me tocó hablar el último, y como suele ocurrir en estas ocasiones, me quedé sin tiempo, no tanto porque los demás hubieran ocupado más de lo habitual, sino por el propio retraso acumulado a esas horas de la tarde. Por lo tanto, de los 15 minutos inicialmente previstos, me dejaron apenas la mitad. Ello me sirve de excusa para intentar contaros, muy brevemente, mi línea argumental de lo que pretendía decir (Lo dicho ya lo tenéis en el video anterior) 😉

Creo que no descubro nada nuevo si afirmo que, en el tema formativo (no sólo de empleados públicos), estamos ante un cambio de paradigma. La manera de aprender está cambiando (ha cambiado) ostensiblemente. Y no lo digo tanto por la incorporación de las nuevas tecnologías que propician el aprendizaje on line, sino sobre todo por el propio concepto. El conocimiento, o mejor, la información que lo propicia, ya no está encerrada en libros, ni en la cabeza del profesor sabio; muy al contrario, está dispersa en múltiples lugares, a los que podemos acceder en tiempo real gracias a las herramientas de las que disponemos, y de la redes de profesionales de las que formamos parte.

Si se está de acuerdo en que prácticamente el 90% de lo que sabemos lo hemos adquirido vía aprendizaje informal, y sólo el 10% a través de metodologías formales, los gestores de formación de las organizaciones (públicas y privadas) no podemos seguir invirtiendo la totalidad de nuestros recursos en los «aprendizajes formales».

Desde esta perspectiva, propongo cuatro iniciativas a las organizaciones para facilitar el aprendizaje de sus empleados:

Impulsar el aprendizaje en el puesto de trabajo

Todos nosotros hemos desarrollado nuestras competencias profesionales a partir de la experiencia que hemos ido adquiriendo en nuestros respectivos puestos de trabajo. Hemos ido resolviendo el día a día y a la vez aprendiendo y sistematizando las soluciones a los problemas cotidianos.

En esta línea, es importante que pongamos en valor la figura de los tutores; articulemos fórmulas para aprovechar el conocimiento y experiencias adquiridos por éstos, en beneficio de los empleados más jóvenes e inexpertos.

Si estamos convencidos de que no hay otra manera de aprender que no sea el «aprender haciendo» una forma de impulsar el aprendizaje en el puesto de trabajo, es propiciar los ensayos y las simulaciones. Antes, o más allá de la parte de aprendizaje conceptual, posibilitemos que los nuevos «aprendices» tengan ocasión de observar a otros y ponerles en la tesitura de solucionar problemas. Pensemos en cómo aprendemos a ir en bicicleta, a nadar, a cocinar, etc. …. De la misma forma, desde la práctica, serán más consistentes también los aprendizajes sobre como articular un expediente administrativo, resolver una subvención u otorgar una licencia de obras.

Y de esto que decimos, ya comienza a haber experiencias: el Instituto Andaluz de Administración Pública lleva 7 años desarrollando un atractivo programa de «Mentores y Telémacos» a través del que los directivos senior, tutelan a los junior. Por otro lado, las «estancias formativas» de la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública de la Región de Murcia, ejemplifican estas maneras de aprender en el puesto de trabajo

Facilitar el aprendizaje social

Cuando nos enfrentamos a un problema y no encontramos la solución, buscamos a quien la tiene (o que al menos creemos que la tiene), es decir, preguntamos.

Se dice que el aprendizaje social (aprender de y con los otros) constituye al menos el 20% de nuestro bagaje. Si esto es así, debemos facilitarlo en el entorno de nuestras organizaciones.

En este cambio de paradigma de la formación al aprendizaje, los gestores de formación debemos preocuparnos más por generar espacios de encuentro entre los profesionales que faciliten la conversación, que de programar cursos tradicionales al uso.

En alguna ocasión me habréis oído decir que, para fomentar el aprendizaje, los directivos de las organizaciones han de preocuparse por instalar muchas máquinas de café en los lugares de trabajo….. y no precisamente para que aumente el consumo de cafeína….

Las comunidades de práctica y/o de aprendizaje, son un ejemplo claro de aprendizaje colaborativo. En aquellos casos de profesionales muy cualificados, la manera de aprender por excelencia la encontraran debatiendo con sus iguales, sacando a la luz su saber hacer y generando productos (soluciones) útiles para su organización.

Felizmente, en el ámbito público hay ya dilatada experiencia sobre las mismas. En la Consellería de Justicia de la Generalitat de Catalunya, con el programa Compartim, fueron pioneros. Las experiencias del Instituto Asturiano de Administración Pública, y de la Agencia Catalana de Salud Pública son dignas de tener en cuenta, y las nuestras, las del departamento de formación de la diputación de Alicante, también, creo, aportan luz en este mundo del aprendizaje de los empleados públicos.

Conversar, conversar, conversar…., esa es la clave

Gestionar el conocimiento

Las propias organizaciones desconocen el conocimiento que hay dentro de ellas. En la mayoría de las ocasiones buscamos fuera las soluciones que casi con toda seguridad habríamos encontrado dentro si hubiéramos investigado lo suficiente.

Aquellas organizaciones que han articulado fórmulas para preguntar a sus propios empleados acerca de cómo solucionar determinados problemas, han hallado la solución eficaz y además a coste cero. Por otra parte, las empresas de más éxito, suelen coincidir con aquellas que más tienen en cuenta el parecer de sus empleados y que incluso planifican espacios y tiempos (volvemos a las máquinas del café) para la creatividad y la generación de ideas. Y ¿por qué no podemos hacer algo parecido en la administración pública?.

Un estudio reciente sobre la función pública vasca, nos pone sobre aviso de un problema de gestión del conocimiento que debemos abordar más pronto que tarde, sobre todo si tenemos en cuenta que las pirámides de población de todas las administraciones públicas son semejantes. Os dejo un par de datos de ese estudio para la reflexión: la edad media de los empleados públicos está en los 51 años (54 si tenemos en cuenta sólo a los funcionarios). En los próximos 15 años, se jubilan más de los dos tercios de éstos, y en ese mismo período se jubilarán el 78,09% de los que ocupan algún puesto de jefatura. Y el problema no es que se jubilen (nos jubilemos)…¡¡faltaría más!!. El problema es irse sin dejar aquí el conocimiento y la experiencia acumulados. Corremos pues el riesgo de que se descapitalicen, desde el punto de vista del conocimiento, nuestras instituciones públicas. No hace mucho, el amigo Jesús Martínez se hacía eco de este mismo problema en un magnífico post que os recomiendo

Urge pues que pongamos en marcha programas de gestión del conocimiento, e iniciativas como algunas de las apuntadas anteriormente. En nuestro caso, con el proyecto Disraeli, del que seguro que habéis oído hablar, intentamos poner un granito de arena en la solución de problemas de este tipo

Potenciar el autoaprendizaje

Cada uno de nosotros decidimos qué aprender, y además cuándo y cómo hacerlo. En el aprendizaje, cada día somos más autónomos. Somos los protagonistas de nuestros propios procesos de aprendizaje, no lo olvidemos.

Si a la hora de enfrentarme a un problema para el que no encuentro solución, llego a la conclusión de que he de aprender algo nuevo, no me sirve que el gestor de formación de mi organización me derive al «curso reglado» en el que se aborde esa materia. Seguramente necesitaré la solución mucho antes, y en consecuencia, me pondré a investigar sobre ello.

Lo que ahora nos piden nuestros empleados a los responsables de formación de nuestras organizaciones, es que les ayudemos, y les facilitemos esa búsqueda, esa investigación; adquiere pues un nuevo sentido, trabajar en repositorios de contenidos, reutilizando los materiales utilizados en otras metodologías, o generando productos nuevos, aprovechando las nuevas tecnologías. También «curando contenidos» obtenidos a través de las redes.

Facilita más el aprendizaje de una herramienta informática un videotutorial de 10 minutos, que todo un curso de 30 horas lectivas, en el que, casi seguro, si encontramos la solución a lo que buscamos, será fuera del aula (otra vez la máquina del café ;-))

En esta cuestión también tenemos ya algún referente. A bote pronto, me viene a la mente el banco de conocimiento del INAP, y de manera más humilde, nuestro intento con el proyecto «Las 10 cosas que deberías saber para …»

En esta sociedad del conocimiento, en este cambio de paradigma formativo, el aprendizaje pasa por ejercitarnos en las «tres ces»: conversar, curar y cocrear….

Os dejo a continuación la presentación utilizada:

DOS NUEVOS PREMIOS

De nuevo, el BOE del pasado día 14 de Enero, hacía públicos los dos premios recibidos por este departamento de formación en la V edición de los premios a la calidad en la formación para el empleo de las administraciones públicas que anualmente convoca el INAP.

Estas convocatorias establecen tres categorías (material didáctico, innovación didáctica y mejores actuaciones en la gestión), y se dirigen a los distintos promotores de formación del ámbito público. En otros post ya hemos explicado la mecánica del funcionamiento de estos premios. También en la web del INAP pueden consultarse las convocatorias, jurados, entidades ganadoras cada año, etc.

En la última convocatoria, hemos presentado (y ganado) candidaturas a dos de las categorías. Os cuento un poco de cada uno de los proyectos premiados:

1. Materiales didácticos.

En esta categoría, el premio ha sido para los materiales del curso on line «Actuación de la policía ante la violencia intrafamiliar». Se trata de un curso elaborado con recursos internos, dentro de la línea de trabajo abierta en el departamento consistente en ir desarrollando con medios propios alguna acción formativa cada año.

Esta acción formativa está dirigida a policías locales de los ayuntamientos de la provincia, adscritos a unidades de violencia doméstica y de género y a aquellos otros de plantillas que aun no teniendo unidades específicas para ello, deben asumir la instrucción de las mismas.

El curso tiene 25 horas lectivas, de las cuales, un total de 20 se cursan on line y el resto (5 horas) en dos sesiones presenciales de 2,5 horas, una al principio y la otra a la tercera semana del comienzo.

Entre los años 2014 y 2015 se han llevado a cabo un total de 3 ediciones, y las evaluaciones son muy positivas. La media de satisfacción global es de 3,68 sobre 4, con la particularidad que, tanto este item como el resto, han ido evolucionando de manera creciente, de tal forma que la 3ª edición ha sido más satisfactoria que la 2ª y ésta a su vez, más que la 1ª. La valoración media que los alumnos hacen del tutor es de 3,86 sobre 4, índice que en la última edición alcanza el 3,97.

El diseño de este curso es fruto de un trabajo conjunto entre José Sánchez Martí y Pedro E. Saiz Pertusa. El primero de ellos, agente de la policía local es el responsable de los contenidos y a la vez tutor del curso. Sánchez Martí colabora con este departamento desde hace ya bastantes años y su rigurosidad y buen hacer ya ha sido reconocido en otras ocasiones. De hecho, hace una década, este departamento fue ganador en estos mismos premios por los materiales del curso «Cálculo de velocidades en accidentes de tráfico», cuya autoría es también de este policía local, que más recientemente también fue galardonado por otro trabajo científico.

Pedro E. Saiz, a su vez, es el responsable tecnológico del departamento de formación. Desde su responsabilidad se encarga de la coordinación de la formación on line y mantenimiento de la plataforma Moodle departamental. Ha sido el encargado de dar forma a estos materiales y de elaborar las guías didácticas de alumnos y tutor, así como de las propuestas prácticas de las que consta el material. También se responsabilizó de la elaboración de la memoria presentada a la convocatoria de este premio. Me atrevo a decir que tenemos en Pedro a un gran especialista en el diseño de cursos on line.

2. Innovación didáctica


En esta ocasión el proyecto premiado ha sido la comunidad de aprendizaje «CoP: el community manager en la Diputación de Alicante», conformada por los/as responsables de las cuentas abiertas por diversos departamentos de esta Diputación en diferente redes sociales, mayoritariamente Facebook y Twitter.

La carga lectiva de esta comunidad de aprendizaje fue de 40 horas, de las cuales 12 tuvieron carácter presencial (4 sesiones de 3 horas cada una) y el resto (28) virtuales, utilizando un grupo cerrado de Facebook, un blog en WordPress y una carpeta compartida en DropBox, entre otras herramientas 2.0, y se desarrolló en el último trimestre del año 2014.

La realización de esta comunidad de aprendizaje, desde nuestro punto de vista, ha incidido muy directamente en el impulso de la comunicación 2.0 por parte de esta Diputación, poniendo en común la manera de gestionar las redes y facilitando la cohesión del grupo de communitys que se encargan de ello.

El resultado tangible, no obstante, ha sido el documento «El community manager en la Diputación de Alicante» que contiene tanto la guía revisada del uso de las redes sociales en esta Institución, como el modelo de plan de contenidos para ser utilizado como base por cada departamento. Como no podía ser de otra manera, este producto se ha puesto a disposición de todo el personal interesado.

La coordinación de esta CoP ha corrido a cargo de Mayte Vañó, especialista en social media y también profesora de nuestros cursos sobre redes sociales. Mayte fue la autora también de la primera guía que fue la base sobre la que la comunidad trabajó posteriormente revisándola y haciéndola suya, y queremos felicitarle desde aquí, otra vez, por el gran trabajo realizado que está sirviendo además como referente para la puesta en marcha de la estrategia de actuación en redes sociales por parte de otras instituciones públicas.

Así lo prueba también el grado de satisfacción obtenido por los participantes, que arroja una media de satisfacción global de 3,77 sobre 4, alcanzando el pleno, es decir, 4 sobre 4, cuando se evalúa la labor de la tutora-moderadora.

No querría finalizar este post sin felicitar a los otros ganadores de esta misma convocatoria, con quienes compartimos podio, y que han presentado proyectos que me parecen muy sugerentes y que espero poder conocer a fondo. Me refiero a la Diputación de Barcelona, Ayuntamiento de Sant Boi (obsérvese que a la administración local han venido 5 de los 9 reconocimientos otorgados), Instituto Andaluz de Administración Pública, FETE-UGT, EFIAP de Murcia y Servicio Público de Empleo Estatal

Nota: esta entrada se ha publicado también en el blog del departamento de formación de la Diputación de Alicante

HABLANDO DE INNOVACIÓN (Entrevista para INAP Social)

Hace unas semana, Marina Vega y Antonio Galindo, community managers de INAP social, me hacían una entrevista para publicarla en la comunidad de innovación de la citada red social.

Por la propia configuración de la red, su lectura queda restringida a los miembros de la misma; por ello, y tras comentarlo con Marina y Antonio, la publico aquí para que pueda ser consultada y leída sin restricciones. Espero que os guste (en negrita y numeradas, las preguntas)

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  1. Es muy habitual en este tipo de entrevistas hablar de las barreras a la innovación que la administración pública pone en el camino de quien quiere emprenderla, pero, siendo positivos, nos gustaría que nos hablases sobre aquellas oportunidades que brinda.

– La innovación crece mejor en ecosistemas líquidos, permeables, horizontales…, en entornos “frikies” podríamos incluso decir, y las administraciones públicas no parece que se caractericen por esta descripción. Muy al contrario, sigue estando jerarquizada, es rígida en sus esquemas y procedimentalmente muy cerrada. Sin embargo siempre hay resquicios y pequeños lugares por los que se cuela un rayo de luz y una ráfaga de viento fresco.

Mentiría si digo que es fácil innovar en nuestras organizaciones públicas, pero también lo haría si negara la posibilidad de hacerlo. Es verdad que es complicado actuar a nivel de toda la organización, pero no tanto si nos planteamos cambios a nivel de entornos más pequeños: unidad, departamento, etc. Es como la gota de agua que produce ondulaciones que acaban llegando a todo el recipiente.

Para que haya innovación, lo mejor es “dejar hacer”. Sabemos bien que en empresas grandes y complejas se han resuelto importantes problemas preguntando a los profesionales implicados en la propia línea de producción. ¿Por qué no hacer lo mismo en las administraciones públicas?

Los líderes públicos, o al menos aquellos profesionales que tenemos alguna responsabilidad sobre equipos y personas, podemos (y debemos intentarlo) esforzarnos en crear entornos en los que proponer cambios, simplificar procesos, mirar de manera distinta a los problemas clásicos, volver la vista hacia el ciudadano, sea considerado un valor y se apoyen sin fisuras estas iniciativas. Considero, sinceramente, que a nivel de pequeñas unidades, tenemos margen de maniobra, y por tanto capacidad para proponer e implementar cambios y hacer innovación, al menos de la del tipo incrementalista, o de mejora continua.

  1. Y volviendo a las barreras, pero manteniendo un enfoque positivo, ¿cómo pueden proyectos de formación, como los que desarrolláis en la Diputación de Alicante, ayudar a eliminarlas?

– Cuando un profesional, de manera voluntaria, ha aprendido algo nuevo, tiene la aspiración legítima de ponerlo en marcha, de experimentarlo; quiere demostrar que es capaz, e incluso se lo plantea como reto. Me atrevo a decir que esto es precisamente lo que valida su aprendizaje.

La innovación tiene un importante componente cultural; innovar es, sobre todo, una actitud personal, una manera de entender la vida y de enfrentar los problemas. En el sector público encontramos a grandes profesionales, que de manera vocacional se empeñan en prestar servicios de calidad a los ciudadanos.

Esta misma semana, me preguntaban si es posible formar en innovación. O desde la perspectiva más personal “formar innovadores”. Yo creo que sí, y desde dos perspectivas:

– Se puede formar (de hecho se está haciendo) en métodos y modelos para innovar. Hay que conocer los distintos tipos de innovación para saber cómo abordarla en cada caso. Cómo transformar ideas en proyectos, hacer prototipos y luego implantar. Si me lo permitís, en esta línea, recomendaría a quienes nos lean, el libro de Marcelo Lasagna, Xavier Marcet y Carmina Sánchez “Innovación Pública” Es un poco complicado conseguirlo en papel (se publicó en Chile), pero no tanto en formato digital.

– Pero si antes decíamos que la innovación es un tema cultural, de actitud vital, también podemos abordarla desde otro tipo de acciones formativas más transversales, centradas en aspectos emocionales: habilidades personales y sociales, trabajo en equipo, etc. Este tipo de formación puede ayudar a los necesarios cambios de cultura que precisa la administración pública para que sus empleados se conviertan en protagonistas de la innovación y del cambio.

  1. ¿Se puede fomentar la innovación en el sector público desde la formación?

– Se puede, se debe y de alguna forma lo estamos intentando. En la respuesta a la pregunta anterior, ya apuntamos algo en la línea de cómo hacerlo.

Si hablamos de innovación incrementalista (los puristas dicen que esto no es innovación, sino mejora continua), la formación puede ayudar a acercar experiencias exitosas de otros lugares. El benchmarking propicia la modernización y añade valor al servicio que se presta.

Para la radical, la formación puede aportar estrategia, método; se puede entrenar la creatividad para aprender a mirar los problemas desde otro enfoque, debatir y trabajar con otros en las búsquedas de nuevas respuestas a los problemas clásicos del sector público.

La innovación disruptiva es más complicada. Implica demasiados riesgos, y no sé hasta qué punto nuestros ciudadanos por un lado y los políticos con responsabilidades de gobierno por el otro, están dispuestos a asumir fracasos (consustanciales a la innovación disruptiva), y los costes de dinero público que conlleva. No digo que haya que renunciar a ella, pero sí que hay que buscar el consentimiento previo y el compromiso de asunción de los riesgos inherentes.

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Hace ya mucho tiempo que leí (disculpadme que no sea capaz de recordar con seguridad quién era el autor), que cuando las personas han finalizado un proceso de formación, con independencia de la materia tratada, ocurren tres cosas:

  • Aumenta su capacidad crítica: sé más sobre determinada materia y ello me permite opinar, debatir y discrepar cuando hay que hablar de ello.
  • Aumentan sus expectativas de rotación: he aprendido cosas nuevas que me cualifican para poder trabajar en otros departamentos; no estoy condenado a pasar toda mi vida laboral en el que estoy en la actualidad.
  • Aumentan sus expectativas de promoción: he aprendido cosas nuevas y quiero poder tener capacidad de decisión para implementarlas.

Es decir, la formación es como un motor que impulsa a las personas hacia el cambio. Lo decíamos antes; propicia que se quiera implantar “lo aprendido”, y es que las personas (recordad el cuento de los picapedreros), aspiramos a construir catedrales

  1. La gestión del conocimiento, aprendizaje informal, son aspectos de la formación que, aunque parezcan antiguos por el tiempo que se viene hablando de ellos, no dejan de estar presentes en todo proceso de innovación… ¿estás de acuerdo?

Estamos viviendo tiempos apasionantes caracterizados por importantes cambios que además se producen a tal velocidad que dan vértigo. Lo que ayer era novedoso, hoy ha quedado obsoleto. La incorporación de la tecnología a la práctica totalidad de nuestra actividad cotidiana, está cambiando las reglas del juego; en formación también.

Ya no nos sirve el modelo tradicional caracterizado por el profesor sabio que posee “todo” el conocimiento sobre una materia determinada, y así nos lo transmite. Hoy aprendemos de otra manera. Buscamos la información al margen del profesor. Accedemos a ella en tiempo real y solucionamos los problemas que se nos plantean de forma rápida gracias a la tecnología.

Hay que cambiar la mirada. El foco no ha de ser la formación (el cómo enseñar), sino el aprendizaje (cómo aprendemos los adultos). Innovar en formación hoy, pasa precisamente por potenciar el aprendizaje informal. La gran contradicción en la que nos movemos estriba en que reconocemos que el mayor nivel de aprendizaje se obtiene por vía informal (hasta un 90% dicen los expertos), y sin embargo dedicamos casi todos los recursos al aprendizaje formal (que apenas tiene un 10% de influencia en nuestro saber).

El gran reto de los departamentos de formación públicos, por tanto, lo tenemos en la creación de espacios que potencien el conocimiento organizacional, en hacer converger a los expertos de nuestra organización para que pongan en común su saber hacer, en buscar fórmulas para que los senior tutelen el aprendizaje de los noveles que se incorporan a nuestras instituciones, en el diseño de repositorios que recojan las buenas prácticas internas y externas sobre la gestión de lo público, etc. Eso es, desde mi punto de vista, gestionar el conocimiento de la organización

  1. ¿Qué papel juegan las redes sociales en todos estos procesos?

Pues yo creo que trascendental. En esa nueva manera de aprender de la que hablábamos hace un momento, las redes sociales juegan un papel crucial, aunque nuestra opinión sigue siendo que la tecnología debe estar al servicio de la pedagogía y nunca al revés.

A comienzos de 2010 salía a la luz nuestro “Proyecto Formacion 2.0” (por cierto, premio a la gestión del conocimiento de AEVAL en la convocatoria 2011-2012), que no deja de ser una reflexión conjunta sobre los cambios en todos los órdenes que debíamos implementar para ofrecer un servicio de formación acorde a los nuevos tiempos y por tanto a las necesidades actuales.

PROYECTO FORMACIÓN 2.0 y GESTIÓN CONOCIMIENTO

El uso de redes sociales para la comunicación y la gestión del conocimiento, constituye una de las 3 partes nucleares del proyecto. En esta línea, abrimos cuentas corporativas en las plataformas más usuales (en las que está nuestro público), para cubrir varios objetivos:

  • Crear repositorios de contenidos. Se trata de poner a disposición de nuestros usuarios tanto el conocimiento que se genera en el departamento por la vía de las actividades formales, como atraer nuevo conocimiento para enriquecerlo. En esta línea, el almacén de recursos de la página web, los videos del canal de youtube, las entradas al blog, las grabaciones del canal de streaming o la página de slideshare, se enriquecen poco a poco con aportaciones de colaboradores internos y externos. Es una manera de potenciar el aprendizaje informal; tened en cuenta que ante los problemas que nos encontramos cotidianamente, y la necesidad de dar respuestas inmediatas, los procesos de autoformación van adquiriendo carta de naturaleza, y nuestro papel ha de ser, en la medida de lo posible, facilitar el acceso a ese conocimiento ya filtrado y clasificado (“curado” si me permitís la expresión)
  • Fomentar la formación a través del debate. Los repositorios de los que justo hace un momento estábamos hablando, no dejan de ser espacios pasivos a los que acudir. Sin embargo, sabemos que el aprendizaje se fomenta en el debate y contraste de ideas. En esta línea, el blog y los comentarios que se suscitan en cada entrada, pretendemos que cubra este cometido. Al ser un lugar abierto, permite que pueda participar quien esté interesado en la cuestión, con independencia de su ubicación geográfica. Estaríamos facilitando, con ello, el aprendizaje social
  • Difundir el conocimiento. Facebook y Twitter son herramientas imprescindibles para ello. Tanto en un caso como en otro, permiten generar conversaciones, y por tanto aprendizaje. El canal de streaming también cumple esta función, facilitando que llegue la actividad formativa a quienes tienen más dificultad para trasladarse a los lugares donde hay formación presencial.
  • Facilitar la comunicación.La práctica totalidad de estos canales, son de “ida y vuelta”, es decir, no se trata sólo de difundir desde dentro hacia fuera, sino de recibir propuestas, comentarios, dudas, sugerencias. En el plan de comunicación externa departamental en el que estamos trabajando, tenemos muy en cuenta todas estas herramientas.
  • Soporte complementario al aprendizaje formal.En la medida que nuestros usuarios están en la red, utilizan y proponen el uso de las redes sociales para mantener su contacto y para crear espacios de aprendizaje permanente; en este sentido, cada vez es más habitual que grupos de empleados públicos con su profesor/a correspondiente, a la finalización de un curso, creen algún grupo específico en Facebook, o colaboren en grupos creados en otras redes como Goblonet, Novagob o INAP social.

Evidentemente, todo esto no sería posible sin el soporte de las redes sociales

  1. Como la innovación también pasa por integrar y mejorar los aciertos de otros, ¿qué casos de éxito en formación destacarías?

Bueno, me ponéis en una tesitura difícil, pues creo sinceramente que en el sector público hay experiencias exitosas en formación y seguro que me dejo alguna relevante.

Si hablamos de aprendizaje informal en general y de comunidades de práctica en particular, hemos de referirnos sin ningún género de dudas al programa “Compartim” del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE) de la Consellería de Justicia de la Generalitat Catalana, y a su responsable Jesús Martínez, pues han sido los pioneros y el lugar de referencia al que hemos acudido muchos de nosotros a la hora de implementar cambios en la manera de entender la formación.

Aunque no se prodigan demasiado en congresos, jornadas, encuentros, etc., a mí me gusta mucho lo que hace el Instituto Asturiano de Administración Pública, Adolfo Posada, tanto en repositorios de contenidos como en comunidades (aunque ellos les llaman grupos de trabajo). También es un referente el catálogo de metodologías en el que recogen la práctica totalidad de posibilidades metodológicas que hoy existen en formación.

También en el ámbito del aprendizaje informal, es reseñable la experiencia del Instituto Andaluz de Administración Pública, con su programa “Mentores y Telémacos”, a través del que forman a jóvenes directivos a partir de la experiencia de los senior que les tutelan siguiendo las normas de un programa muy trabajado. Llevan varios años y es algo muy encomiable pues consigue que el conocimiento organizacional no se pierda.

En una línea semejante, también en el ámbito del aprendizaje experiencial, trabajan los compañeros de la Escuela de Formación e Innovación de la Administración Pública (EFIAP) de la Región de Murcia, con su programa de Estancias Formativas; consiste en enviar a un funcionario que quiere aprender, a un departamento experto en la materia, en el que le asignan un tutor y sigue un programa de aprendizaje pactado de antemano. Es como si se tratara de un becario, pero en este caso interno.

Hace un tiempo tuve ocasión de colaborar con el Ministerio de Energía y Turismo (MINETUR), y me gustó el planteamiento que tienen con una activa comunidad de aprendizaje conformada por los formadores que tienen diseminados por las direcciones provinciales.

INAP

El propio INAP, con el programa “compartir”, esta red INAP social, la plataforma para los MOOCs, etc. es también un buen ejemplo de otras maneras de entender el aprendizaje en el sector público, con la garantía que supone el papel de liderazgo que se le otorga desde cualquier ámbito de la formación pública.

Y dejadme que al menos apunte el esfuerzo de nuestro departamento de formación de la Diputación de Alicante para ir incorporando en nuestro quehacer diario iniciativas que potencien el aprendizaje informal. Nuestras comunidades de aprendizaje ya van teniendo un cierto prestigio, y prueba de ello son las consultas que, en diversos formatos, nos hacen desde otras instituciones. Sin embargo no todo son CoP. Nuestro proyecto Disraeli de gestión del conocimiento, la iniciativa de “las 10 cosas que debes saber para….”, el “Fem un café?”, las jornadas de Networking, etc. se están consolidando como herramientas básicas para aprender de otra manera.

Insisto en que hay abundantes experiencias, aunque no siempre se difunden como se merecen; una buena manera de descubrirlas es consultando los premios a la calidad de la formación que cada año otorga el INAP entre los promotores de formación para el empleo. Esa es una buena muestra de la innovación en formación que se está desarrollando.

  1. El Departamento de Formación de la Diputación de Alicante también está últimamente recibiendo muchos reconocimientos ¿de cuál de ellos os sentís mas orgullosos?

Esto es como si me preguntáis a quién quiero más de mis hijos, jajajaja….

En realidad nos sentimos muy orgullosos de todos ellos, pues en todos los casos suponen un reconocimiento a un esfuerzo mantenido por hacer las cosas bien.

Sin embargo, en función de sus características, sí hay algunos que –al menos desde mi punto de vista- tienen un significado especial. En esa línea, en el premio “Capital Humano 2005” en la categoría de “política estratégica de formación y desarrollo”, o en el de “Mejores Prácticas en RR.HH” del grupo CEGOS con Equipos_Talento, que conseguimos en 2010 (primera edición) y que ahora, en 2015, hemos vuelto a ganar, competimos con empresas privadas; este tipo de empresas nos hacen de espejo en el que podernos mirar, y nos devuelven una imagen de nosotros mismos que nos hace sentir especialmente bien, superando los tópicos que dicen que en las administraciones públicas lo hacemos peor, que tenemos que aprender de la privada, etc. Para que os hagáis una idea, en el de este año compartimos premios con corporaciones como el Banco de Santander o Telefónica, con quienes hemos competido de tú a tú.

premios

También recordamos de manera especial el que obtuvimos en 2005 del gobierno de La Rioja “Buenas Prácticas en Calidad”, en el marco del “Congreso  de Calidad y Mejores prácticas en las Administraciones Públicas», por el trabajo «Gestión por procesos e indicadores de gestión y evaluación», pues el premio consistió en un viaje de placer por aquellas tierras.

En cualquier caso, los premios tienen una componente motivadora importante para el equipo. Los reconocimientos siempre son buenos, pero parece que cuando vienen de fuera, tienen más impacto dentro, pues se les otorga mayor credibilidad.

  1. Por último nos gustaría acabar con algún consejo basado en tu experiencia ¿qué pasos debería seguir nuestra administración para ser más innovadora?

Pues casi terminaría como empecé, y os diría que, desde mi punto de vista, lo mejor es “dejar hacer”. Nuestras administraciones deben escuchar a los profesionales que hay dentro y que tienen interés por trabajar de manera distinta y con voluntad de servir a los ciudadanos de forma eficiente y con calidad. Hay que potenciar la creación de “células de innovación”, asumiendo los riesgos innatos a cualquier proceso innovador.

No soy muy partidario de crear superestructuras dedicadas a la innovación. En la mayoría de los casos, y en la medida que se burocratizan, acaban haciendo muchos planes, pero no llevando a término ninguno. La innovación por decreto no funciona.

Muy al contrario y parafraseando a Alberto Ortiz, diría que nuestras organizaciones públicas deben fomentar la aparición en su seno de funcionarios 007 a los que conceder licencia para innovar.

¡¡Muchas gracias!!

INNOVANDO EN FORMACIÓN PÚBLICA

innovacion_públicaEl departamento de formación de la diputación de Alicante, inició a finales de 2009 un proceso de reflexión estratégica para determinar cómo abordar el futuro del servicio de formación que se presta desde el mismo a los empleados públicos de los ayuntamientos de la provincia y de la propia diputación y sus organismos autónomos.

Internet en general y la web 2.0 en particular han modificado radicalmente los sistemas de acceso a la información y las maneras de convertirla en conocimiento, no solo por su vertiente tecnológica sino también por la componente colaborativa que se ha puesto en valor.

En esa reflexión estratégica a la que me refiero, vimos que los modelos tradicionales de enseñanza aprendizaje que estábamos ofreciendo, devenían en obsoletos a velocidad de vértigo. Ya no nos servía el “profesor sabio”, depositario del conocimiento que lo transmite al “alumno ignorante”. Nuestra capacidad de resolver con éxito las cuestiones laborales que se suscitan a diario en nuestros respectivos puestos de trabajo, dependen del aprendizaje experiencial y social en su mayor parte, suponiendo el formal una mínima expresión del mismo.

En esta tesitura, nace nuestro proyecto Formación 2.0 (premio AEVAL a la gestión del conocimiento en la convocatoria 2011), cuya hoja de ruta nos dirige hacia la puesta en marcha de actividades formativas con formatos innovadores tendentes a remotivar a nuestros empleados públicos y a potenciar y poner en valor su conocimiento particular y organizacional. Esto, unido a nuestra manera de entender la innovación como uno de los valores del departamento, nos ha llevado a poner en marcha distintas experiencias innovadoras que, de manera resumida, señalamos a continuación:

Jornadas de Networking

networkingPretendemos, con ellas, poner en valor el conocimiento y la experiencia de los técnicos informáticos de nuestros municipios, de manera que puedan debatir y encontrar soluciones viables y eficientes a los problemas que se les plantean de forma cotidiana.

Hasta el día de hoy, se han realizado 17 jornadas de medio día de duración, en las que se proponen una o varias soluciones, presentadas por un técnico informático de un ayuntamiento o de una empresa del ramo, y en la que primamos espacios para la conversación, clave del networking.

Pedro Saiz es el alma mater de este proyecto y la selección de las temáticas que se tratan se deciden de forma colaborativa entre los interesados, bien en las reuniones presenciales hechas al efecto, bien a través de la comunidad que tienen establecida en nuestra plataforma Moodle.

Fem un café?

Esta iniciativa fue puesta en marcha por el profesor y traductor de valenciano, David Azorín, como un modo informal, dinámico y social de aprender y practicar esta lengua. Consiste en poner en común a gente con un mismo interés: aprender o practicar valenciano, y nuestra labor es favorecer esos espacios de encuentro entre ellos. Es una iniciativa que propicia aprendizaje, pero también red, y eso siempre beneficia a la organización.

Aquí se ha puesto en marcha para potenciar el aprendizaje y perfeccionamiento del valenciano, pero obviamente es aplicable a cualquier otro idioma y por qué no, a otras disciplinas.

Comunidades de aprendizaje

Se trata posiblemente de nuestra experiencia más sólida, tanto por el tiempo que lleva en marcha (es el 5º ejercicio que las incluimos en nuestro plan), como por los resultados que se están dando, en términos de aprendizaje y también de productos (entregables) que encontrarás en nuestro almacén de recursos.

Nuestras CoP  son, básicamente, grupos de profesionales expertos que trabajan (aprenden colaborativamente) en la elaboración de una guía, protocolo, recurso … determinado que luego ponen a disposición de la comunidad. Las características definitorias de las mismas las habrás visto en la receta del video anterior

Con relativa frecuencia nos piden que hablemos de ellas en otros foros, por lo que ya comienza a haber cierta “literatura”. Si tienes interés por conocerlas mejor, aquí puedes obtener mayor información o bien contacta con nosotros.

Proyecto Disraeli

A iniciativa de Rafa Lifante, este proyecto consiste en crear una cadena entre trabajadores que permita sacar a la luz sus destrezas y habilidades. De este modo, se pone en común un conocimiento que hasta ahora permanecía oculto, y se promueven las relaciones entre el personal de la institución.

adhesivo_disraeliDisraeli también está teniendo mucho recorrido, aunque es muy joven (se inició en Enero de 2014) y cada vez son más las instituciones interesadas. Fue premiado por el INAP en unas jornadas de innovación y recientemente acaba de ser premiado (te estoy dando la primicia) en la 5ª edición de los premios Cegos y Equipos&Talento en la categoría Formación y Desarrollo

En este artículo, podrás encontrar más y mejor información y, en todo caso, puedes contactar con nosotros en el departamento de formación de la diputación de Alicante y con mucho gusto hablaremos de Disraeli. Puedes visitar también su sitio de Facebook y de Youtube

Las diez cosas que debes saber

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Se trata de un proyecto puesto en marcha muy recientemente, dentro de este año 2015 y es tan sencillo como potente.

Son píldoras formativas en formato de PowerPoint, con una estructura determinada tanto en el aspecto formal como en el de contenido; en un número limitado de diapositivas hay que explicar una cuestión (receta) práctica sobre cualquier materia de interés en el ámbito público, con la peculiaridad de que son nuestros profesores colaboradores los que preparan los decálogos sobre los temas que dominan, para compartirlos de forma desinteresada en nuestro canal de Slideshare.

Trata de ser un repositorio abierto de contenidos, al servicio de quien le interese. Por cierto ¿quieres participar? ¿Nos haces alguna propuesta? La forma de hacerlo verás que es muy sencilla.

Pensamos que todos estos proyectos son innovadores, y clara expresión de lo que nosotros entendemos que debe ser la cultura innovadora. Hace un tiempo escribíamos un post bajo el título “Rasgos de la cultura innovadora” en el que intentábamos explicar nuestra manera de ser y actuar como equipo.

Y una última cosa; la clave de la innovación son (somos) las personas. La innovación es, más que nada, una actitud y una manera de entender lo público.

Nota: este post es el compendio de otro publicado por nuestra compañera Itziar Esteban en el blog del departamento, y de un breve artículo escrito a raíz de mi participación en unas jornadas de innovación en la Universidad de Murcia el mes pasado

REGAL. La nueva propuesta del CEJFE

El martes pasado, día 25, Concha Cano y yo, tuvimos ocasión de participar en Barcelona, en la IX Jornada Compartim, dedicada, este año, a la presentación de la iniciativa REGAL (Rol de l´E-moderador com a Gestor i Agent d´aprenentatge al Lloc de treball), una nueva figura sobra la que los compañeros del CEJFE (Centro de estudios jurídicos y formación especializada) han estado trabajando desde comienzos de año, con la ayuda, en la moderación del grupo, de Manel Muntada, consultor artesano con el que también hemos tenido ocasión de trabajar.

No quería, en este post, centrarme demasiado y explicar el contenido de la jornada, dado que Jesús Martínez, el responsable de nuevos programas formativos del CEJFE, ya lo ha hecho en otro post de su blog, y porque, además, los interesados, podréis acceder a las grabaciones de las diversas intervenciones que se colgaran del canal de televisión de este centro

En todo caso, un breve comentario respecto a la conferencia de apertura, desarrollada por Maite Darceles y que reflexionó sobre la necesidad de superar los modelos organizativos nacidos de la revolución industrial, a los que denomina maquínicos, y que perduran en nuestro mundo empresarial y público, para pasar a otros más centrados en las personas y que son los que precisa la sociedad del conocimiento actual. En sus guías para la transformación podréis encontrar toda la información sobre este potente discurso.

La guía REGAL, cuya presentación era el motivo principal de esta convocatoria, pretende hacer un primer acercamiento a una nueva figura que necesitan nuestras instituciones. Sería algo así, como un gestor del conocimiento organizacional. En los tiempos actuales, la formación formal que hemos venido ofertando desde los departamentos de formación, está quedando obsoleta. Lo hemos explicado ya en diversas ocasiones; en el mundo que nos ha tocado vivir, la tecnología está facilitando el acceso a la información, de tal forma que, para «aprender», ya no necesitamos de un profesor que, en un aula, comparta sus saberes con nosotros. El aprendizaje informal, está tomando carta de naturaleza; si reflexionamos sobre las habilidades que tenemos, observaremos que las hemos adquirido sobre todo a partir de nuestra experiencia y también gracias a la interrelación con los otros (aprendizaje social), y muy poco a través de las vías formales de enseñanza/aprendizaje, sean estas presenciales o en aulas virtuales.

En este sentido, el conocimiento capaz de resolver los problemas que cotidianamente surgen en nuestro entorno laboral, está mayoritariamente, dentro de la propia organización, y lo sustentan las personas que pertenecen a ella. Es nuestra obligación sacarlo a flote, para que se comparta y a nivel colectivo, nos enriquezcamos intelectualmente con él.

Es precisamente en este contexto, en el que, figuras como el «regal» tienen todo el sentido.

Apuntan en la guía, cuatro roles básicos de este «agente del conocimiento»:

  • Impulsor de escenarios de colaboración: crear y dinamizar espacios en los que las personas se conozcan, conversen y colaboren en proyectos y resuelvan problemas a partir de su experiencia compartida
  • Conector de personas: identificar a las personas con experiencias similares y/o complementarias para hacer que se conozcan y relacionen
  • Facilitador de aprendizajes: hacer visible el conocimiento latente y las experiencias profesionales de los miembros de la organización, de manera que se generen situaciones y oportunidades de aprendizaje
  • Curador de contenidos: buscar, seleccionar y filtrar información relevante para el aprendizaje y desarrollo profesional, para organizarla, distribuirla y hacerla accesible a los destinatarios que la precisan. El curador de contenidos debe ser un intermediario crítico del conocimiento.

Para el desempeño de estos roles con eficacia, sugiere la guía cuatro capacidades básicas:

  • Comunicación
  • Planificación
  • Intraemprendiduría término acuñado para señalar a los profesionales que lideran la innovación desde dentro de una organización
  • Radar-explorador, es decir, detectar y seleccionar información sobre experiencias, herramientas, etc. relacionadas con la gestión del conocimiento

En cuanto al proceso de implantación que proponen, serían pasos semejantes a los de hacer una película; me explico:

  1. Buscar los escenarios, es decir, detectar aquellas unidades y/o departamentos que por su cultura, funcionamiento, etc., tengan mejor disposición para la puesta en marcha de experiencias de estas características
  2. Hacer el casting. Localizar en esas unidades a los profesionales que ya tengan algunas de las características del perfil regal
  3. Convencer al productor, o dicho de otra manera, buscar el patrocinio directivo. Hay que conseguir el apoyo, impulso y complicidad de los jefes.
  4. Empezar el rodaje, es decir,poner en marcha la correspondiente comunidad de prácticas
  5. Montaje de la película, entendiendo por ello la necesaria fase de seguimiento, evaluación y validación de resultados.

Me gustaron mucho las palabras de clausura de la jornada de Jesús Martínez, apelando a las distintas responsabilidades de los allí presentes:

A los gestores de formación, nos recordó que la agenda se nos está complicando y que ya no nos valen las métricas clásicas: nº de ediciones, horas lectivas, alumnos formados…..Nos conminó a ser proactivos y trabajar en la gestión del aprendizaje y del conocimiento de nuestras respectivas organizaciones.

En cuanto a los directivos, y recordando la conferencia inaugural, nos aconsejó centrar nuestro rol en la participación, poniendo en valor el conocimiento de las personas y abandonar los roles más tradicionales basados únicamente en el control

Y al público en general, empleados públicos, nos habló de la importancia de entender la administración ante todo como servicio público, esforzándonos por mejorar nuestro desempeño

Ah!!, y el papel de Dani Giménez como animador de la jornada, ejemplificando el conocimiento oculto con la planta de los cacahuetes, genial, tal cual es él. Tomo nota de estas habilidades 🙂

Una vez más, el equipo de nuevos programas formativos del CEJFE, con Jesús Martínez al frente, lidera un nuevo proyecto que, sin duda, va a convertirse en referente y, por tanto, en espejo en el que mirarnos (como ya hicimos anteriormente a la hora de poner en marcha comunidades de aprendizaje y de prácticas). Seguiréis siendo, pues, una fuente en la que poder seguir bebiendo agua fresca.

Mi enhorabuena al equipo de más de 30 personas que han trabajado en este importante y necesario perfil y que ponen a nuestra disposición esta guía, y mis felicitaciones especiales a las dos personas que lo han liderado, cada uno desde su responsabilidad: Manel Muntada y Jesús Martínez.

¡¡Muchas gracias!!

Nota: esta entrada fue publicada originariamente en el blog de formación de la Diputación de Alicante

Q-EPEA Y LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

Q-epeaDeseo empezar este post pidiendo disculpas sinceras a los seguidores del blog por estos meses sin nuevas entradas. Tenía cosas que contar, sin duda, pero cuando el mundo 1.0 te exige mucha dedicación, acabas por abandonar tus sitios 2.0

 Esta semana pasada (13 y 14 de noviembre) he estado en Bilbao, compartiendo con los amigos de Q-epea la jornada que anualmente celebran por estas fechas para conmemorar la semana europea de la calidad. Este año la dedicaron a la gestión del conocimiento y me invitaron a participar contando nuestras experiencias al respecto sobre Comunidades de Aprendizaje y el exitoso Proyecto Disraeli. (En los respectivos enlaces os dejo información al respecto).

La iniciativa de crear Q-epea por parte de diversas administraciones públicas vascas, me parece encomiable. Han conseguido articular un sistema de coordinación para las cuestiones relativas a la calidad, que les permite debatir, compartir, en definitiva avanzar, en esta compleja realidad de implantar sistemas de calidad en el ámbito público; y lo han hecho desde una lógica de aprender unos de/con otros, potenciando la eficiencia. Mención expresa merecen, desde mi punto de vista, la bolsa de auditores que han creado, así como el sistema de certificación de cartas de servicio.

Ahora mismo, son ya 27 las entidades públicas adheridas, de muy diverso tamaño y condición, y un ejemplo claro de lo fácil que es compartir recursos; lo que no acabo de entender es por qué, siendo aparentemente tan sencillo, en ningún otro lugar (que yo sepa) hemos sido capaces de construir nada parecido.

DSCF3117Entrando ya en la jornada en sí, que -por cierto- se celebró en el incomparable marco del majestuoso palacio euskalduna (otro ejemplo de buena gestión pues, según me comentaron, está generando beneficios desde el primer día de su puesta en funcionamiento), tuve la suerte de compartir el programa ( y aprender) con/de relevantes profesionales de lo público:

Carlos Suso, del instituto andaluz de administración pública nos explicó su programa de evaluación de competencias de los directivos públicos de la junta de Andalucía, así como el atractivo proyecto de mentoring al que denominan «Tutores y Telémacos«. Tomamos buena nota de ello, en la medida que es una sugerente forma de poner en valor y rescatar el conocimiento organizacional. En los tiempos que hoy corren, en los que estamos convencidos de la potencia del aprendizaje informal, iniciativas de este tipo pueden ayudar mucho en la formación de las nuevas generaciones de directivos públicos.

Y desde el Gobierno Vasco, nos mostraron, de la mano de Juan Isasi, el espacio de aprendizaje compartido y trabajo colaborativo al que denominan Jakingune y que han incardinado en el ya conocido PIP (Plan de Innovación Pública).

Simón Mesanza, apoyado por algunos de los protagonistas que están viviendo la experiencia, nos relató el proyecto Aurrerabide, un sistema de formación-acción en gestión pública, patrocinado por el Instituto Vasco de Administración Pública, diseñado bajo la lógica EFQM, que, a buen seguro dará mucho que hablar y que ojalá sea copiado por otras instituciones públicas.

Participar en esta jornada me ha supuesto, entre otras cosas, un plus de motivación. 150 empleados públicos, hombres y mujeres al servicio de las administraciones públicas vascas, comprometidos/as con la ciudadanía, debatiendo sobre proyectos de mejora, preocupados por la excelencia e intentando compatibilizarla con la necesaria eficiencia en la gestión, dice mucho en favor de quienes nos dedicamos a lo público, tan denostados, por otra parte, en la calle.

No quería cerrar el post sin dejar un par de apuntes.

Una parte de este viaje, tenía que ver, además de con la jornada, con seguir trabajando en un atractivo proyecto que llevamos entre manos el IVAP, el IAAP y nosotros, y del que os daremos buena cuenta cuando esté un poco más avanzado … y hasta aquí puedo leer 😉

DSCF3151Y la otra cuestión tiene que ver con el placer de estar (aunque fuesen apenas 24 horas) en Bilbao, no sólo por lo preciosa que está la ciudad (que también), sino por los excelentes anfitriones que tuvimos y que son una buena muestra de ese saber hacer que tanto nos atrae del sector público vasco; me estoy refiriendo a Joseba, Fulgen y Juanjo del IVAP,  a Txus Imaz del Ayuntamiento de Vitoria,  a Íñigo Bilbao del de Getxo, y a tantos otros y otras que vamos conociendo en estos y otros eventos.

Muchas gracias por dejarme compartir con vosotros mis reflexiones

El cambio de paradigma de la formación

Hace ya más de un mes, tuve ocasión de participar en Barcelona en el CIEDO 2014, congreso de carácter internacional que, cada dos años, y desde 2010, viene congregando a profesionales de los ámbitos académicos, empresarial y de la administración pública que nos dedicamos (o nos preocupa) la formación corporativa y la gestión del conocimiento en las organizaciones, bien desde una perspectiva de estudio e investigación, bien desde la gestión propiamente dicha.

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Este congreso lo organiza el grupo EDO (Equipo de Desarrollo Organizacional) de la Universidad autónoma de Barcelona y la Generalitat de Catalunya a través del CEJFE (Centro de estudios jurídicos y formación especializada) y de la EAPC (Escuela de administración pública de Cataluña).

Aprovechando la convocatoria del congreso, estos centros formativos de la Generalitat, organizaron una actividad precongresual la tarde del 13 de Mayo, bajo el título de «Sesión de debate sobre el futuro de la formación corporativa y del aprendizaje en las organizaciones«, a la que tuve el honor de ser invitado. En el anterior CIEDO en 2012, también se programó una actividad parecida, en la que participé de forma telemática, a través de conexión por skype, pero este año he podido estar presencialmente, y estoy encantado de ello.

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Compartí mesa con Fulgen Aledo, subdirector de formación y selección del Instituto Vasco de Administración Pública, Juan Carlos González, subdirector de programas formativos de la administración local del INAP, Joaquín Gairín, catedrático de la UAB y director del grupo EDO, Jesús Martínez, responsable de formación directiva y nuevos programas del CEJFE, Laia Martín, responsable de aprendizaje electrónico del Instituto de Seguridad Pública de Cataluña y Lluis Ràfols, jefe de servicio de formación continua de la EAPC, magistralmente moderados por Mireia Plana, jefa de sección de diseño y programas de la EAPC.

Ya desde unos días antes, y vía correo electrónico, estuvimos poniendo en común nuestra visión sobre el futuro de la formación, lo que nos sirvió para saber cómo íbamos a centrar cada uno nuestras breves intervenciones. Yo creo que coincidimos en lo básico, y es que efectivamente estamos ante un cambio de paradigma que tendría que ver con el paso de la formación al aprendizaje, o lo que es lo mismo, cambiar la mirada hacia las demandas que nos plantea el empleado público de hoy, y dejar de pensar únicamente en la oferta formativa formal que hacemos. De manera sintética, se apuntó lo siguiente:

  • – Gestionar el modelo actual de formación: está claro que debemos seguir haciendo formación formal, aunque ha de ser cada vez menos nuestra actividad nuclear. Si las tendencias no cambian, pasará a ser una tarea residual que, no obstante, hemos de resolverla con calidad metodológica en formatos de formación-acción e incorporando recursos 2.0
  • – Potenciar los espacios colaborativos: en el entorno de nuestras organizaciones hemos de ir creando espacios y redes de colaboración que permitan el intercambio y el aprendizaje entre pares. Es también nuestra función facilitar la creación de equipos innovadores y apuntamos el modelo de CoPs: comunidades de práctica y/o aprendizaje (grupos de trabajo en otras organizaciones), como un formato que está dando muy buenos resultados en lo que al aprendizaje colaborativo se refiere.
  • – Promover bancos de conocimiento: si estamos de acuerdo en el cambio de paradigma, compartiremos también la necesidad de ir creando repositorios de materiales en diversos soportes, que faciliten el aprendizaje autónomo de nuestros empleados. Por lo tanto cobraran nuevo valor en nuestras organizaciones nuevos roles de «curadores de contenidos» frente a los clásicos de profesor y/o tutor.
  • – Crear nuevos sistemas de acreditación de competencias: como ya venimos apuntando en foros de este estilo desde hace unos años, corremos el peligro (los departamentos de formación) de convertirnos en expendedores de diplomas, que cada vez tendrán menos valor, dado que únicamente atestiguan la participación de un empleado en una actividad formativa determinada; en el mejor de los casos pueden acreditar el «cuánto sabes», pero lo que necesitamos ahora es certificar la competencia en términos de «qué sabes solucionar»
  • – Intervención de la ciudadanía: si la misión de la administración pública en general es el servicio al ciudadano y la de nuestros departamentos en particular la de asegurar la calidad de esos servicios mediante la profesionalización permanente de los empleados públicos, es necesario incorporar la voz del ciudadano a la hora de establecer las necesidades formativas. Solo desde una actitud de transparencia y abiertos a la participación y colaboración de la ciudadanía, será posible cumplir con eficiencia nuestro cometido.

En cuanto al propio Congreso, que tuvo lugar los días 14, 15 y 16, además de tener la oportunidad de escuchar a conferenciantes de la talla de Joan Majó, Jane Hart, Tom Young o Sarah Cummings (no pude estar en la última de Karen E. Watkins), participé en el simposio 8. «Legado e impacto organizacional de las comunidades de práctica en la administración pública».

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En este simposio coordinado por José Luis Muñoz Moreno, tuve el privilegio de actuar como telonero de dos grandes profesionales, expertos en CoPs de los que tanto he aprendido a lo largo de estos años: Jesús Martínez, impulsor del programa «Compartim», referente primero cuando hablamos de comunidades de prácticas en el sector público y Dani Giménez Roig, que, con ese estilo tan suyo y con entusiasmo contagioso, las puso en marcha (y las mantiene) en la agencia de salud pública de Cataluña. Presenté una ponencia denominada «10 lecciones aprendidas sobre CoPs», en la que pretendo recoger la experiencia de estos 3 años que llevamos trabajando con esta metodología. Todas estas ponencias las encontraréis -de momento- en «formato papel» en el libro de ponencias del Congreso «Organizaciones que aprenden y generan conocimiento», y del desarrollo de la sesión, escribió, in situ, un buen resumen Josu Uztarroz en su blog que os situará perfectamente en los temas tratados.

Encuentros como éste, son oportunidades únicas de compartir inquietudes y proyectos con grandes profesionales. Se habla de aprendizaje informal en las salas, pero se practica en los pasillos, cafeterías y hoteles. Conoces a personas que hasta entonces sólo habías visto virtualmente y, en definitiva, son momentos privilegiados para el propio aprendizaje.

Os dejo las conclusiones